Cómo lograr que el mundo abandone un protocolo antiguo para que nadie vuelva a lucrarse con él.
Dos investigadores en tecnologías de redes presentaron una iniciativa que podría acelerar el abandono del obsoleto IPv4. Momoka Yamamoto, del consorcio WIDE Project, y Tobias Fiebig, del Instituto Max Planck de Informática, han preparado un borrador de estándar de Internet (IETF Internet Draft) en el que proponen reconocer el soporte de IPv6 como «mejor práctica» para los operadores de resolutores DNS —los servidores encargados de convertir nombres de dominio en direcciones IP.
Según los autores, décadas después del inicio de las discusiones IPv6 aún no está desplegado de forma generalizada. Como resultado, algunos resolutores funcionan solo a través de IPv4 y no pueden procesar correctamente los nombres de dominio de recursos disponibles exclusivamente por el nuevo protocolo. Esto mantiene un círculo vicioso: los sitios no se apresuran a pasarse a IPv6 porque los usuarios siguen ligados al IPv4.
Las recomendaciones actuales de la IETF están recogidas en RFC3901 de 2004: exige soporte obligatorio de IPv4 para los resolutores DNS, pero deja IPv6 a discreción de los operadores. Fiebig señala que sus investigaciones no detectaron efectos negativos al exigir la adopción de IPv6 en la infraestructura DNS. Próximamente publicará su trabajo académico «How I learned to stop worrying and love IPv6: Measuring the Internet's Readyness for DNS over IPv6», escrito junto a su colega Anja Feldmann.
Fiebig también subraya que IPv4 hace tiempo que se ha convertido en un recurso escaso del que algunos actores obtienen beneficios. En su opinión, eso conduce a la centralización y crea barreras financieras artificiales para nuevos participantes en la red, especialmente para países en desarrollo y comunidades locales. Fiebig considera que hoy en día se ve el IPv4 como una fuente de ganancias y no como parte de la infraestructura. Esto socava el modelo multilateral de participación en Internet e impide construir una red abierta para todos. El investigador espera que, si se acepta la propuesta y los operadores DNS comienzan a desplegar IPv6 masivamente, se acelere la disminución del papel del IPv4.