¿Por qué las empresas alemanas no logran sobrevivir en el ciberespacio?
Los ciberataques, procedentes no solo de bandas criminales sino también de servicios de inteligencia extranjeros, causaron a la economía alemana casi 300.000 millones de euros de daño en el último año. A tal conclusión llegó la asociación sectorial Bitkom, que encuestó a alrededor de mil empresas. Según sus datos, las empresas se enfrentan con más frecuencia a ataques dirigidos, y cada vez más a menudo detrás de ellos están estructuras estatales.
Casi la mitad de las organizaciones que lograron rastrear el origen de las intrusiones declararon haber encontrado rastros que conducen a China. Alrededor de otra cuarta parte señaló a países de la UE y a Estados Unidos. El mayor daño lo causa el ransomware: si en 2022 sus víctimas eran el 12% de las empresas, en 2025 ese porcentaje aumentó hasta el 34%. Una de cada siete empresas admitió haber pagado un rescate para desbloquear datos.
Las grandes corporaciones están mejor preparadas para contrarrestar esas amenazas, mientras que las pequeñas y medianas empresas, que son el pilar de la economía alemana, a menudo siguen siendo vulnerables. De la suma total de pérdidas de 289,2 mil millones de euros, la mayor parte correspondió a pérdidas directas —paradas de producción y robos—; también resultaron significativos los gastos en abogados y en la recuperación de la infraestructura.
El subdirector de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución de Alemania, Zinan Selen, subrayó que la frontera entre la ciberdelincuencia y el ciberespionaje se difumina cada vez más. Según él, los actores estatales compran con mayor frecuencia en mercados clandestinos credenciales robadas a delincuentes comunes, y en algunos casos utilizan directamente las capacidades de grupos privados. Entre las principales fuentes de los ataques, Zinan Selen también incluyó a Irán y a Corea del Norte.