Delincuentes explotan el principal portal de lucha contra la delincuencia para robar datos personales.
El Buró Federal de Investigaciones advirtió sobre un nuevo esquema en el que estafadores disfrazan sitios falsos como el portal oficial del Internet Crime Complaint Center (IC3). Según la agencia, esos recursos se crean con cambios mínimos en el nombre de dominio para engañar a los usuarios y lograr que introduzcan datos personales, incluida la dirección, el teléfono, el correo electrónico y los datos de las tarjetas bancarias.
Aunque el aviso no incluía ejemplos concretos de los ataques, el Buró explicó que la sustitución de caracteres o la elección de otra zona de dominio son métodos habituales de camuflaje. Una verificación de investigadores independientes detectó toda una serie de esos sitios, entre ellos icc3[.]live, ic3a[.]com y practicinglawyer[.]net. Cabe destacar que uno de ellos incluso copia la advertencia oficial del portal real del IC3 en la que se indica que los delincuentes pueden hacerse pasar por sus empleados y prometer ayuda para la recuperación de dinero.
Esa amenaza se señaló en abril, cuando el Buró emitió un comunicado público después de más de un centenar de denuncias recibidas en tres meses. Las víctimas informaron de llamadas y cartas de “empleados” del centro que supuestamente ofrecían devolver los fondos perdidos a cambio de una recompensa.
Para evitar esas trampas, el Buró recomienda siempre introducir manualmente la dirección de los sitios gubernamentales en la barra del navegador y no seguir enlaces publicitarios en los buscadores, ya que a menudo son comprados por los mismos estafadores. Además, no se debe facilitar información personal a desconocidos por internet o por teléfono, ni transferir dinero, criptomonedas o regalar tarjetas prepago en respuesta a solicitudes de ese tipo.
La agencia subrayó además que sus empleados nunca contactan directamente con las víctimas a través de redes sociales, aplicaciones de mensajería o por teléfono, ni exigen pagos por la “recuperación” de activos robados. Además, las agencias de seguridad no colaboran con empresas privadas que por dinero prometen devolver fondos.
El esquema en el que los estafadores se hacen pasar por agentes de policía o por abogados se ha extendido internacionalmente. Así, en España en 2025 detuvieron a seis participantes de un esquema fraudulento con criptomonedas que, haciéndose pasar por agentes de Europol o por abogados británicos, exigían a las víctimas el pago de “impuestos” para devolver las inversiones. Historias similares ocurrieron antes: hace 2 años el IC3 advirtió sobre casos en los que los estafadores utilizaban identificaciones falsas y la suplantación de números para sacar dinero o robar datos personales.
El fraude cibernético se vuelve cada vez más sofisticado, y la imitación de portales oficiales es solo una de las modalidades. En ese contexto, la única manera de reducir los riesgos sigue siendo prestar atención a los detalles en la barra de direcciones y rechazar cualquier oferta sospechosa, especialmente las relacionadas con transferencias de fondos.