En los pasillos ya conocen el motivo, pero prefieren guardar silencio.
Los anuncios de grandes lanzamientos siempre avivan el interés de los jugadores, pero al mismo tiempo reavivan el debate sobre cuán robusta es la protección Denuvo. Este sistema de protección digital lleva años siendo la principal molestia para la comunidad de jugadores, ya que hace que las versiones pirateadas sean casi inalcanzables. Con la apertura de las preventas, nuevas discusiones en Reddit volvieron a plantear la pregunta: ¿siguen pudiendo los grupos pirata eludir esta tecnología?
En el subreddit PiratedGames, uno de los usuarios planteó una pregunta directa — ¿acaso Denuvo ha derrotado definitivamente a los hackers? El motivo fue la observación de que durante los últimos dos años ningún título importante con esa protección se ha publicado en acceso libre.
En la discusión, miembros de la escena confirmaron: superar la protección ahora está al alcance de sólo unos pocos especialistas con profundos conocimientos de ingeniería inversa, y muchos prefieren no arriesgarse, conscientes de que cualquier publicidad puede acarrear persecución penal. Además, en los debates suele recordarse a EMPRESS — la única hacker que durante mucho tiempo quitó regularmente la protección de grandes lanzamientos, y tras su salida la actividad de la escena decayó notablemente.
Como ejemplo relativamente reciente de un bypass se menciona ya sea una versión de prueba de Assassin's Creed Mirage o Hogwarts Legacy, pero no hay datos precisos. En cambio, los ejemplos inversos son evidentes: proyectos sin Denuvo integrado, como Dying Light: The Beast o Metal Gear Solid Delta: Snake Eater, se piratean prácticamente de inmediato, literalmente el mismo día del lanzamiento.
Esta situación subraya la dualidad del panorama. Por un lado, Denuvo sigue siendo una herramienta muy eficaz, que ofrece a los editores al menos unos años de protección frente a la distribución ilegal. Por otro lado, la mera ausencia de barreras en otros juegos muestra que el mercado global de la piratería no ha desaparecido y sigue activo, aunque en otra forma. Este desequilibrio añade un matiz adicional de ironía a las constantes discusiones entre partidarios y detractores de las tecnologías DRM.