Michael Jackson se toma un selfie y Bob Esponja pronuncia un discurso en la Oficina Oval: cómo Sora 2 de OpenAI desató la guerra entre Silicon Valley y Hollywood

Michael Jackson se toma un selfie y Bob Esponja pronuncia un discurso en la Oficina Oval: cómo Sora 2 de OpenAI desató la guerra entre Silicon Valley y Hollywood

Sora 2 demuestra que la era de “pedir perdón en vez de permiso” está llegando a su fin.

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OpenAI presentó la versión actualizada del modelo de vídeo Sora 2, que permite insertar personas reales y personajes conocidos en escenas generadas por la red neuronal. El lanzamiento provocó una fuerte reacción en Hollywood — estudios cinematográficos, agencias de actores y sindicatos acusaron a la empresa de violar los derechos de autor y de utilizar la imagen de terceros sin su consentimiento.

Si la primera versión de Sora solo podía crear vídeos neutrales, ahora los usuarios pueden subir vídeos con personas reales y situarlas en cualquier situación ficticia, añadiendo sonido y diálogos. En los clips de demostración aparecían, por ejemplo, un Michael Jackson sintético haciéndose un selfie con Bryan Cranston de Breaking Bad, y Bob Esponja leyendo un discurso desde el Despacho Oval de la Casa Blanca.

El director de OpenAI, Sam Altman, anunció el lanzamiento en X el 30 de septiembre, calificando a Sora 2 como un "logro significativo de investigación". Sin embargo, en Hollywood la reacción fue la contraria. En el centro de la controversia está la cuestión de quién posee las imágenes de los actores y de los personajes licenciados y quién tiene derecho a recibir compensación por su uso.

El presidente de la asociación de estudios Motion Picture Association, Charles Rivkin, declaró que OpenAI debe "resolver el problema de manera inmediata y decidida", subrayando que la legislación vigente protege de forma sólida los derechos de los autores. A finales de la semana se sumaron a la protesta agencias y sindicatos, incluido SAG-AFTRA, lo que constituyó un raro caso de unidad en la industria.

El vicepresidente de OpenAI para asociaciones con medios, Varun Shetty, informó que la empresa "mantiene un diálogo directo con los titulares de derechos y los estudios", y que muchos usuarios crean vídeos originales y "se relacionan con entusiasmo con sus personajes favoritos", lo que, según él, abre "nuevas oportunidades para la creatividad y la interacción con los seguidores".

Los abogados advierten que esto es solo el comienzo de un conflicto a gran escala entre Silicon Valley y Hollywood, que podría determinar el futuro uso de la IA en la industria del entretenimiento. "No se trata de si los estudios actuarán, sino de cuándo y cómo", dijo Anthony Glukhov de la firma jurídica Ramo.

Anteriormente OpenAI intentó mejorar las relaciones con los estudios. El año pasado la empresa mantuvo negociaciones con Walt Disney Co. y otros actores sobre posibles proyectos conjuntos y formas de regular las tecnologías. Pero este año, antes del lanzamiento público de Sora 2, la empresa notificó a los estudios y agencias que los actores y los personajes se usarían en el sistema por defecto, salvo que solicitaran la exclusión. Según Los Angeles Times, los actores se incluían en el modelo de forma automática si no manifestaban su negativa de manera explícita.

OpenAI negó esas afirmaciones, afirmando que siempre tuvo la intención de "dar a las figuras públicas control sobre el uso de su imagen". No obstante, la agencia WME, que representa a Michael B. Jordan y a Oprah Winfrey, anunció que todos sus clientes habían optado por no participar. Creative Artists Agency y United Talent Agency adoptaron una postura similar.

La compañía Warner Bros. Discovery agregó que la legislación de derechos de autor vigente "no exige que los propietarios de contenido realicen un 'opt-out' para prevenir la violación de sus derechos" y que "los principios tradicionales de protección de la autoría no cambian por la aparición de nuevas tecnologías".

El sindicato SAG-AFTRA, que anteriormente se indignó por la aparición del personaje falso Tilly Norwood, declaró que el modelo "opt-out" socava la base económica de toda la industria y agrava las disputas legales sobre la IA que ya se están llevando a cabo en EE. UU.

Los abogados ven en el conflicto un choque de culturas: el "moverse rápido y romperlo todo" al estilo de Silicon Valley y el empeño de Hollywood por conservar el control de la propiedad intelectual. "El problema es cómo equilibrar las posibilidades de las tecnologías con los derechos ya existentes de otras personas", explicó Rob Rosenberg de Moses & Singer LLP.

Tras las críticas, Altman prometió en su blog introducir mecanismos de control adicionales para los titulares de derechos y está desarrollando un sistema de compensación por el uso de su contenido. La empresa afirmó que añadió filtros que impiden la generación de personajes conocidos, así como un sistema de moderación y la posibilidad de eliminar contenido infractor a petición.

Los expertos creen que la presión de Hollywood podría obligar a OpenAI a firmar acuerdos de licencia con los titulares de derechos. El abogado Ray Sealy de la firma Kinsella Holley Iser Kump Steinsapir recordó que "los derechos de autor pertenecen a sus titulares, y la responsabilidad por el uso no autorizado recae por completo en el infractor".

Anteriormente Disney, Universal y Warner Bros. Discovery ya habían presentado demandas contra las plataformas de IA MiniMax y Midjourney, acusándolas de infringir derechos de autor. Según los expertos, una tarifa universal por el uso de las imágenes no resolverá el problema. "Es necesario crear un sistema de monetización flexible, adecuado para cada artista y estudio", dijo Dan Nilly, director de la empresa Vermillio, que trabaja en la protección de la imagen de celebridades y personajes en el ámbito de la IA.

Qué ocurre alrededor de Sora 2

La nueva versión del modelo ya ha provocado una oleada de problemas. Sora 2 crea vídeos fotorrealistas, casi indistinguibles de los reales, con movimientos y expresiones faciales detallados. Los usuarios encontraron formas de eludir las restricciones: la marca de agua se elimina en segundos y los metadatos se pueden destruir con un simple cambio de brillo o contraste.

En decenas de sitios web aparecieron servicios para eliminar marcas de agua, lo que ha incrementado los casos de fraude y de vídeos falsos. En la red circulan vídeos en los que desconocidos, haciéndose pasar por familiares o figuras públicas, piden transferir dinero o difunden noticias falsas.

Tras la avalancha de quejas de los titulares de derechos, OpenAI impuso nuevas restricciones, pero los usuarios se quejan de que el sistema ahora rechaza hasta el 90% de las solicitudes, incluidas las neutrales. En la plataforma siguen apareciendo vídeos con celebridades fallecidas, a pesar de los filtros anunciados.

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