¿Cientos de prompts son arte? Un artista que usa IA intenta demostrar en los tribunales que es el autor de una creación de Midjourney.

¿Cientos de prompts son arte? Un artista que usa IA intenta demostrar en los tribunales que es el autor de una creación de Midjourney.

¿Y si la máquina creó la obra maestra, pero la idea fue de una persona?

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Jason Allen, autor de la polémica obra Théâtre D'opéra Spatial, vuelve a intentar demostrar que es un artista genuino, aun cuando su obra fue creada con ayuda de inteligencia artificial. En agosto presentó una nueva demanda ante un tribunal federal de Colorado, solicitando que se le reconozcan los derechos de autor sobre la imagen generada por Midjourney, y al mismo tiempo anunció el inicio de la venta de reproducciones físicas de la obra realizadas con una técnica que imita las pinceladas.

La historia comenzó en 2022, cuando Allen ganó un concurso de artes visuales en el estado de Colorado con una imagen creada mediante Midjourney. Entonces las redes neuronales generativas empezaban a difundirse y su triunfo desató la indignación entre artistas. Muchos descubrieron que sus propias obras se habían usado para entrenar esos modelos sin autorización, y Théâtre D'opéra Spatial se convirtió en símbolo del conflicto entre el arte tradicional y la creación por máquinas.

Tras la victoria, Allen intentó registrar el derecho de autor sobre la obra, pero la Oficina de Derechos de Autor de EE. UU. (USCO) lo rechazó. En los tres años siguientes el artista presentó varias apelaciones y las perdió todas, pero no se rindió. En agosto de 2025 sus abogados solicitaron una resolución sumaria, alegando que la oficina excedió sus competencias y cambió de hecho el significado de la palabra «autor», algo que según la Constitución corresponde al Congreso.

En el documento Allen sostiene que creó la imagen mediante un proceso creativo consciente: introdujo cientos de indicaciones de texto, ajustó los resultados, recortó la imagen final y la retocó con software adicional. En su opinión, ese trabajo con indicaciones es una forma de expresión artística comparable a la composición, la dirección o la pintura. Sin embargo, en la decisión anterior la USCO subrayó que la mera entrada de indicaciones de texto no convierte a una persona en autor: el programa no las interpreta como instrucciones directas, sino que emplea un modelo probabilístico para generar la imagen.

El nuevo capítulo de su lucha es el intento de convertir la creación digital en un objeto material. Para ello Allen contrató a la empresa canadiense Arius, conocida por su tecnología de escaneo 3D de alta precisión de lienzos pictóricos. Para él desarrollaron los llamados «elegrafos»: copias físicas de Théâtre D'opéra Spatial realizadas con pintura al óleo y textura en relieve, de modo que visual y táctilmente recuerdan a un cuadro clásico del siglo XIX. Allen afirma que esa tecnología permite convertir la obra en un «artefacto real», no solo en un archivo digital.

En su comunicado afirmó que el público calificó su trabajo de "no arte" porque fue generado por una máquina. Según él, la cuestión no es si se le considera artista, sino demostrar que la visión humana puede materializarse mediante la tecnología. Por eso decidió crear una versión física de Théâtre D'opéra Spatial: no pintada a mano, pero que transmite la misma profundidad y expresividad que el público espera de la pintura clásica.

Según Allen, cada copia será única. Sostiene que, aunque alguien reprodujera su imagen en internet, el «elegrafo» seguiría siendo irrepetible, y que una victoria judicial haría retroactivo el derecho de autor sobre él. Así denomina su obra como el inicio de una nueva era — «Art 2.0» — en la que los límites entre artista y máquina se vuelven borrosos, pero la materialización conserva la autenticidad del arte.

Entretanto, la disputa judicial continúa: si el tribunal reconoce que una persona puede ser considerada autora de una obra creada con ayuda de una red neuronal, esa decisión se convertiría en un precedente capaz de cambiar todo el sistema de derechos de autor en la era de la IA generativa.

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