Demanda por piratería pornográfica contra Meta derivó en una polémica sobre los gustos personales de sus empleados.

Meta rechazó las acusaciones de piratería: la empresa afirmó que las descargas de películas para adultos desde sus direcciones IP corporativas no estaban relacionadas con el entrenamiento de inteligencia artificial, sino que tenían un carácter personal. La demanda contra la corporación fue presentada por la productora Strike 3 Holdings, conocida por numerosos litigios con usuarios de torrents.
Meta presentó en un tribunal de distrito de EE. UU. una moción para desestimar el caso, calificando las alegaciones de descargas ilegales como «conjeturas e insinuaciones». Según Strike 3, en el período de 2018 a 2025 se descargaron desde las direcciones IP corporativas de Meta, así como desde una red anónima de 2.500 «direcciones ocultas», alrededor de 2.400 películas para adultos pertenecientes a la compañía. El demandante afirma que los vídeos se usaron para la preparación secreta de un modelo neuronal que supuestamente fue la base de la herramienta Movie Gen. La suma total de posibles indemnizaciones, según la estimación de Strike 3, podría superar los 350 millones de dólares.
En respuesta, Meta afirmó que la demanda carece de hechos que confirmen el uso del contenido para el entrenamiento de redes neuronales. La empresa subrayó que las primeras investigaciones en vídeo generativo comenzaron solo en 2022, es decir, varios años después de las primeras descargas mencionadas. Según los abogados de Meta, incluso suponer que el material para adultos pudo haberse utilizado en el entrenamiento contradice la política interna de la corporación, que prohíbe expresamente la creación o distribución de contenido explícito.
Los abogados también señalaron que el volumen de descargas detectadas — alrededor de 20 archivos al año — es demasiado pequeño para hablar de una recopilación de datos intencionada. Según su versión, no se trata de una operación centralizada, sino de acciones aleatorias de personas concretas que tienen acceso a la red de la compañía. Meta recordó que en su infraestructura trabajan decenas de miles de empleados, contratistas y visitantes, incluidos especialistas externos y proveedores de servicios.
Además, la empresa rechazó las suposiciones sobre la existencia de una «red oculta» de miles de direcciones IP que supuestamente servía para ocultar las descargas. Meta señaló la contradicción lógica: si realmente hubiera intentado ocultar las acciones, no habría usado sus propias direcciones corporativas, por las que es fácil rastrearla.
El documento también cita el ejemplo de uno de los contratistas que, según el demandante, descargaba películas por indicación de Meta. Sin embargo, la propia empresa sostiene que esto no está confirmado y que el patrón de descargas indica un uso personal. El contrato con ese ingeniero terminó y después cesó la actividad, pero, como señala Meta, eso no prueba que actuara por orden de la corporación.
La empresa insiste en que la demanda de Strike 3 carece de pruebas y que cualquier intento de atribuirle responsabilidad por el comportamiento de usuarios concretos de su red no tiene fundamento jurídico. En la declaración también se afirma que un control permanente de todas las descargas en la red corporativa sería imposible y vulneraría la privacidad de los empleados.
Meta subrayó que nunca ha utilizado ni tiene intención de utilizar material para adultos en el entrenamiento de sus modelos. Según un portavoz de la empresa, ese tipo de contenido no es necesario para el desarrollo de redes neuronales y está excluido de cualquier investigación interna. En las próximas dos semanas Strike 3 debe presentar su respuesta oficial al tribunal.