X moldea la agenda al priorizar a quienes, con sus declaraciones, despiertan fuertes emociones y profundizan la polarización.

Los periodistas británicos realizaron una investigación a gran escala investigación que mostró que la red social X forma en el Reino Unido una agenda política unilateral. Según el equipo Data and Forensics de Sky News, los algoritmos de la plataforma promueven predominantemente posturas de derechas y radicales, intensificando la polarización social y favoreciendo a quienes emiten mensajes que provocan fuertes emociones.
La investigación duró nueve meses. Para comprobar el funcionamiento de los algoritmos, los periodistas crearon nueve cuentas de prueba en X, simulando usuarios con diferentes posturas políticas — de izquierdas, de derechas y neutrales. Durante dos semanas recopilaron las publicaciones que aparecían en los canales de esas cuentas. En total se analizaron alrededor de 90.000 publicaciones de 22.000 autores. Los resultados fueron concluyentes: más del 60% de las publicaciones políticas provenían de usuarios de derechas, mientras que la cuota de la izquierda era del 32% y la de los neutrales apenas del 6%. Incluso en las cuentas que no mostraban interés por la política, en el feed aparecía el doble de contenido de derechas que de izquierdas.
Los periodistas prestaron especial atención a qué personalidades y figuras políticas aparecían con más frecuencia ante los usuarios nuevos. Así, las publicaciones del parlamentario independiente de derechas Rupert Lowe se encontraban con mucha más frecuencia de lo que cabría esperar según la cantidad de sus publicaciones. En cambio, el político de izquierdas que publica activamente en X George Galloway estaba presente en los feeds informativos con mucha menos frecuencia. Los analistas consideran que esa distribución no puede explicarse solo por la popularidad de las publicaciones y apunta a un sesgo interno del algoritmo.
Según los investigadores, este sesgo está directamente relacionado con la posición de la dirección de la plataforma. Tras comprar Twitter en 2022, Musk renombró el servicio como X, redujo alrededor del 80% del personal, incluidos los equipos responsables de la moderación y de la lucha contra la desinformación, y prometió hacer el algoritmo transparente. Sin embargo, el código publicado en GitHub, según los expertos, muestra solo mecanismos superficiales y no revela qué decisiones concretas influyen en la promoción del contenido.
Sky News también determinó que más de la mitad de las publicaciones políticas mostradas a los usuarios nuevos contenían formulaciones radicales u ofensivas. Entre ellas predominaban expresiones antiinmigrantes y xenófobas. Las cuentas de derechas fueron responsables del 72% de esos mensajes.
Ex empleados de Twitter consultados por Sky News consideran que, tras los recortes masivos, la calidad del contenido empeoró y la difusión de mensajes falsos o provocadores se aceleró. Antes, la filtración de ese tipo de material correspondía a un equipo de curadores, pero tras las reformas de Musk sus funciones fueron sustituidas en parte por los usuarios mediante la herramienta Community Notes, que según sus críticos reacciona con demasiada lentitud.
La influencia de X en la política británica, según los autores de la investigación, ya se percibe fuera del espacio virtual. Musk se ha pronunciado públicamente en favor de activistas de derechas como Tommy Robinson y de antiguos representantes de Reform UK. Sus reenvíos y comentarios han multiplicado el alcance de las publicaciones de políticos como Rupert Lowe y Ben Habib, que ahora lidera el nuevo partido Advance UK. El propio Habib reconoce que el aumento de seguidores de su movimiento está directamente relacionado con la actividad de Musk en la plataforma.
Entre los políticos británicos crece la preocupación por esa influencia. El ministro de Energía Ed Miliband calificó a Musk de amenaza para la democracia, y el líder de los liberales demócratas, Ed Davey, declaró que el multimillonario «interviene en la vida política del país» y «socava los cimientos de una sociedad libre».
Los periodistas de Sky News señalan que la situación actual se desarrolla en el contexto de la entrada en vigor de la ley británica de seguridad en línea (Online Safety Act), que regula la lucha contra el contenido ilegal, pero no exige a las plataformas equilibrio político. Esto, a su juicio, crea un espacio donde los propietarios de las redes sociales determinan en la práctica qué opiniones se escuchan con más fuerza.
Los autores de la investigación concluyen que X, concebida en su momento como «plaza digital» para el intercambio abierto de opiniones, se está convirtiendo cada vez más en una herramienta de influencia política controlada por unos pocos. Sus conclusiones confirman lo que usuarios y observadores sospechaban desde hace tiempo: el algoritmo X no es neutral y amplifica de forma notable las voces de derechas, moldeando el debate público en una dirección favorable al propietario de la plataforma.