Países europeos confirman, uno tras otro, que el fabricante de autobuses eléctricos ocultó un "interruptor".

Tras la investigación de gran repercusión en Noruega sobre la posible desactivación remota de autobuses eléctricos chinos por parte del fabricante, el Reino Unido inició una comprobación similar. Se trata del transporte de la empresa Yutong, el mayor fabricante de autobuses del mundo, que suministró al país alrededor de 700 autobuses eléctricos. La comprobación la realizan especialistas del Ministerio de Transporte británico junto con el Centro Nacional de Ciberseguridad, para determinar si el fabricante puede realmente tener acceso a los sistemas de control de estos vehículos.
La investigación noruega mostró que los autobuses pueden desactivarse de forma remota. Esas conclusiones se alcanzaron tras experimentos en una sala apantallada, donde se probaron dos modelos de vehículos. El control remoto resultó posible a través del software, un módulo de diagnóstico y las unidades de gestión de las baterías. En respuesta, la empresa noruega Ruter, que gestiona el transporte público en Oslo, retiró las tarjetas SIM de los 300 autobuses Yutong de la capital y de otros 550 en todo el país, para privar a los vehículos de acceso a internet.
Dinamarca realizó una comprobación similar y llegó a las mismas conclusiones. Allí también confirmaron que la desconexión de la comunicación con el servidor bloquea efectivamente la posibilidad de intervención remota, aunque rechazaron retirar las tarjetas SIM porque ello interferiría con el funcionamiento de otros sistemas integrados. El Reino Unido, por ahora, se encuentra en la fase de estudio del asunto. Voceros del Ministerio de Transporte confirmaron que solicitaron a las autoridades noruegas y danesas las bases técnicas de sus decisiones y están llevando a cabo su propia evaluación de riesgos.
Actualmente, los autobuses eléctricos de Yutong en el Reino Unido circulan principalmente en localidades pequeñas, pero la empresa planea también entrar en el mercado londinense. En particular, está en desarrollo un nuevo modelo de doble piso que cumple con los requisitos de Transport for London. Por ahora no se ha firmado ningún acuerdo, y representantes de TfL subrayan que todo el equipo que opere en las rutas de la capital debe someterse a estrictas pruebas técnicas.
No solo se plantean preocupaciones técnicas, sino también las posibles consecuencias en caso de una desconexión centralizada del transporte. Según varios analistas, si el fabricante realmente dispone de esa capacidad, ello representa una amenaza para la estabilidad de la infraestructura de transporte. Se sugiere que, en un contexto de agravamiento de la situación internacional, ese mecanismo podría emplearse como medio de presión.
Por su parte, Yutong insiste en que los datos recopilados se usan exclusivamente para el mantenimiento técnico, la optimización y la mejora del funcionamiento de los vehículos. Según afirman, el acceso a la información está estrictamente regulado y toda la transferencia de datos se realiza de forma cifrada.