Ya hay 150 satélites en órbita.

Amazon se prepara para lanzar su red satelital al mercado el próximo año y da otro paso hacia ese lanzamiento. La compañía presentó Leo Ultra —una nueva antena para clientes corporativos— y al mismo tiempo abrió un programa previo para quienes pueden probar el equipo antes del inicio de la operación comercial de la red. En la constelación orbital de Amazon ya hay más de 150 satélites, y el proyecto pasa gradualmente del despliegue de infraestructura a la preparación de servicios.
Leo Ultra es la antena más grande de la gama y está orientada a empresas e instituciones gubernamentales. El terminal, con una superficie de alrededor de medio metro cuadrado, ofrece una velocidad de descarga de hasta 1 Gbit/s y de subida de hasta 400 Mbit/s. Amazon afirma que es la antena de matriz en fase más rápida producida en serie. La construcción no tiene elementos móviles, por lo que la instalación requiere menos tiempo, y el panel soporta cambios bruscos de temperatura y funcionamiento prolongado en condiciones severas.
El desarrollo está pensado para sectores donde el internet estable es escaso. Los propios desarrolladores indican que el proyecto se creó para emplazamientos remotos, aerolíneas, empresas mineras, logística y otros sectores donde no se puede confiar en redes terrestres. La antena se basa en la propia plataforma de hardware de la compañía, incluye circuitos integrados especializados y módulos de radiofrecuencia. Los algoritmos de procesamiento de señal reducen la latencia y aumentan el ancho de banda, lo que es importante para videollamadas, transmisión en streaming y tareas que requieren operar en tiempo real. El terminal se puede integrar en redes corporativas existentes, manteniendo canales independientes para recepción y envío.
Las aerolíneas fueron de las primeras interesadas en el sistema. En JetBlue esperan que la nueva antena aumente la velocidad del internet a bordo y resista la carga con la cabina llena. En la compañía recuerdan que ya habían colaborado con Amazon y esperan una mejora notable en la calidad de la conexión y en la flexibilidad de configuración.
Para clientes corporativos se ha añadido un conjunto ampliado de funciones de red. A los usuarios se les ofrecerá cifrado de datos de extremo a extremo, herramientas para la gestión del tráfico y soporte las 24 horas. Un aspecto importante es la conexión directa a servicios en la nube y a otros sistemas en la nube o locales sin pasar el tráfico por Internet público. Están disponibles dos variantes de integración.
Direct to AWS conecta los terminales con flujos de trabajo en la nube a través de una interfaz web y admite AWS Transit Gateway y Direct Connect Gateway. Private Network Interconnect resulta adecuado para empresas que utilizan grandes centros de colocación y permite organizar rápidamente redes dedicadas en esos centros, reduciendo los plazos de configuración de varios meses a unos pocos días.
En Amazon recuerdan que muchas soluciones satelitales antiguas funcionaron durante años mediante canales no cifrados. Estudios recientes de investigadores universitarios mostraron que esos canales permitían interceptar correspondencia corporativa, credenciales y llamadas VoIP. La compañía apuesta por su propia infraestructura de red cerrada como forma de eliminar tales vulnerabilidades.
Los primeros dispositivos Leo Pro y Leo Ultra ya fueron enviados a los participantes del programa previo. Entre los socios hay aerolíneas, compañías energéticas, empresas agrícolas y operadores logísticos. El programa se expandirá conforme crezca la constelación de satélites y se espera un lanzamiento completo el próximo año. En el mercado la compañía competirá con servicios existentes, incluido Starlink. Además, Amazon afirma que sus velocidades pico son superiores a las métricas actuales del competidor, mientras SpaceX prepara una actualización de su propio sistema.