CFR-1000 — un solo reactor, un millón de hogares, combustible sin fin.
La Corporación Nuclear Nacional China (CNNC) ha anunciado el proyecto de su nuevo reactor de próxima generación, el CFR-1000: una instalación comercial de neutrones rápidos con una capacidad eléctrica de hasta 1,2 gigavatios. Este recurso energético es suficiente para abastecer de electricidad a aproximadamente un millón de hogares. El desarrollo ocupa un lugar destacado en la política energética nacional y se considera un paso crucial hacia la creación de una industria nuclear sostenible. La puesta en funcionamiento del reactor está prevista para después de 2030, aproximadamente hacia 2034, una vez obtenidas todas las autorizaciones de los organismos reguladores.
A diferencia de las plantas térmicas tradicionales, que emplean neutrones moderados y requieren agua u otro tipo de moderador, el CFR-1000 pertenece a la categoría de reactores rápidos. Opera con partículas de alta energía sin ralentizarlas, lo que permite un uso más eficiente del combustible, la obtención de plutonio-239 a partir de uranio-238 y el avance hacia la implementación de un ciclo cerrado de combustible. Esto permite reutilizar materiales gastados y, al mismo tiempo, reduce el volumen de residuos radiactivos, disminuyendo la necesidad de extraer uranio natural.
En lugar de agua, el sistema utiliza sodio líquido como refrigerante, un material con alta conductividad térmica. Este permite que el equipo funcione a temperaturas elevadas y garantiza un intercambio de calor eficiente, manteniendo las propiedades del proceso de fisión rápida gracias a la ausencia de moderación de neutrones.
El CFR-1000 forma parte de la segunda etapa del programa nuclear chino de “tres fases”. El primer paso corresponde a los reactores térmicos ampliamente utilizados; el segundo, al desarrollo de reactores rápidos; y el tercero, a la explotación comercial de la energía de fusión. Según declaraciones de la CNNC, el país ya domina todo el ciclo: desde el diseño y la fabricación del equipo hasta el manejo cerrado del combustible. Esto convierte a China en la primera potencia con una cadena de producción completa en este campo.
Sin embargo, el proyecto ha generado preocupación entre algunos expertos internacionales. Los reactores rápidos pueden producir plutonio apto para armas nucleares, y el uso de materiales de origen ruso en el diseño plantea interrogantes sobre el cumplimiento de los principios de no proliferación. Estos riesgos se evalúan con especial atención en Estados Unidos.
Aun así, la tecnología cuenta con el respaldo del Gen IV International Forum, un consorcio internacional que incluye a países de la Unión Europea, Estados Unidos y China. Según sus informes analíticos, los reactores de cuarta generación prometen, a largo plazo, una mayor fiabilidad, sostenibilidad ambiental y resistencia frente a amenazas.
Así, el CFR-1000 representa el afán del país por liderar el sector de la energía nuclear del futuro, apostando por la reutilización avanzada del combustible, la reducción de residuos y el fortalecimiento de su independencia energética. No obstante, China no es la única que impulsa activamente esta línea tecnológica. En Rusia opera el reactor BN-800, mientras que en Francia y Estados Unidos continúan los estudios piloto. En particular, la empresa TerraPower —fundada por Bill Gates— promueve el proyecto Natrium, con una potencia de salida de 345 megavatios.