Adiós al caldero, bienvenida «Malinka».
En el Reino Unido comenzaron a probar una forma inusual de calentar viviendas — mediante mini-centros de datos basados en Raspberry Pi. El proyecto lo lleva a cabo la empresa UK Power Networks en el marco del programa SHIELD (Calefacción Inteligente y Energía Inteligente en Distritos de Bajos Ingresos).
UK Power Networks gestiona redes eléctricas y subestaciones en el sureste de Inglaterra y es responsable de la «última milla» de suministro de energía a los consumidores. El programa SHIELD prevé equipar viviendas con paneles solares, baterías y, en algunos casos, sustituir calderas de gas por sistemas informáticos compactos HeatHub.
El desarrollo y la explotación de HeatHub la realiza la empresa Thermify. Cada unidad contiene un clúster de 500 módulos computacionales Raspberry Pi Compute Module 4 o Compute Module 5, totalmente sumergidos en líquido oleoso. El calor generado se emplea para calentar las estancias y el agua, convirtiendo la instalación en una alternativa «inteligente» a la caldera de gas.
El dispositivo se conecta a un canal de internet dedicado, por lo que los usuarios no tendrán que preocuparse por el consumo del ancho de banda de su conexión doméstica.
Según UKPN, en el proyecto piloto participan Power Circle Projects, la asociación de viviendas Eastlight Community Homes y Essex Community Energy. En el marco del experimento también se prueba una nueva tarifa social de calefacción: las familias pagarán una cuota fija de £5,60 al mes (aprox. $7,50). Según los organizadores, el programa puede reducir las facturas de energía en un 20–40 %.
«Los resultados del piloto son muy prometedores», señaló Charlie Edgar, representante de Eastlight Community Homes. «Vemos potencial para proporcionar a las familias una calefacción fiable y previsiblemente económica sin el estrés de las facturas en aumento».
En la primera fase, SHIELD recopila datos para escalar el proyecto: UKPN espera alcanzar la instalación de 100 000 sistemas al año para 2030.
Iniciativas similares ya han surgido en el Reino Unido. Así, la empresa Heata, creada con la participación de British Gas, ofrece una solución para instalar servidores en calderas domésticas, aprovechando las cargas de trabajo de socios como el operador en la nube Civo. Otra compañía, Deep Green, utiliza mini-centros de datos para calentar empresas y piscinas públicas, convirtiendo la computación en una fuente de calor.