Por primera vez, esporas de microorganismos sobreviven a las extremas fuerzas G de un vuelo espacial.
Científicos de la Universidad RMIT (Melbourne) demostraron por primera vez que bacterias importantes para la salud humana pueden soportar las sobrecargas extremas que se generan durante el lanzamiento y el retorno de una nave espacial. El estudio se publicó el 6 de octubre en la revista npj Microgravity.
Se trata de la bacteria Bacillus subtilis, que participa en el mantenimiento del sistema inmunitario, la digestión y la circulación sanguínea. El experimento mostró que sus esporas pueden sobrevivir no solo a aceleraciones de hasta 13 g (13 veces la fuerza de la gravedad terrestre), sino también a seis minutos de ingravidez a una altitud de alrededor de 260 kilómetros.
Durante el retorno, la cápsula experimentó condiciones aún más severas: sobrecargas de hasta 30 g y rotación a una velocidad de aproximadamente 220 revoluciones por segundo. A pesar de ello, según la coautora del estudio Elena Ivanova, los microorganismos «mantuvieron su estructura y su capacidad de crecimiento después del vuelo», lo que confirma su extraordinaria resistencia.
Según los especialistas, el resultado elimina una de las principales preocupaciones al planificar misiones prolongadas a Marte: la supervivencia de bacterias vitales durante el viaje y el aterrizaje. Sin ellas, es imposible mantener un microbioma humano saludable en condiciones de aislamiento.
El desafío clave sigue siendo el efecto de la radiación: los rayos cósmicos galácticos y las partículas solares dañan el ADN de los microorganismos, y la microgravedad puede alterar su comportamiento, lo que podría resultar potencialmente peligroso para la salud de la tripulación.
No obstante, el experimento con B. subtilis demuestra que al menos algunas especies pueden tolerar oscilaciones bruscas de gravedad y aceleración, lo que abre la vía al desarrollo de sistemas biológicos resistentes para naves espaciales.
La profesora de ciencias espaciales de RMIT, Gail Ailes, señaló que «comprender los límites de supervivencia de los microbios ayudará a crear sistemas de soporte vital fiables y nuevas tecnologías para proteger la salud de los astronautas».
Los resultados también son relevantes para la biotecnología en la Tierra. Estudiar la resistencia de los microorganismos puede ayudar a crear nuevos antibióticos y métodos para combatir infecciones resistentes.
Los investigadores planean continuar los experimentos con otros organismos más sensibles y esperan obtener financiación adicional para ampliar el programa de pruebas en condiciones de microgravedad.
Según los autores, el exitoso lanzamiento y retorno de Bacillus subtilis proporciona una «base sólida» para futuras misiones y acerca el momento en que el ser humano podrá mantener un ecosistema sostenible en Marte.