Cómo diez ojivas reemplazan las negociaciones en las cumbres
En un mundo donde el poder nuclear determina la distribución de fuerzas, son los misiles de alcance intercontinental y con capacidad de carga récord los que se convierten en símbolos de influencia política. Estos complejos combinan velocidad, precisión y sistemas de penetración de la defensa antimisiles que los hacen prácticamente invulnerables. Muchos están equipados con ojivas separables de guiado individual (MIRV), bloques planeadores hipersónicos y medios de guiado multinivel, lo que permite alcanzar incluso los objetivos más protegidos.
La carrera internacional de armamentos en el ámbito de los misiles estratégicos sigue siendo una de las áreas más intensas de la ciencia militar. Cada innovación tecnológica —desde nuevos tipos de combustible hasta giróscopos cuánticos— se convierte en una cuestión de seguridad nacional. Estados Unidos, Rusia, China, Francia e India continúan perfeccionando sus arsenales, creando armas que sirven a la vez como factor de disuasión y demostración de superioridad tecnológica.
El misil balístico intercontinental ruso de combustible líquido RS-28 "Sarmat" es uno de los más potentes jamás creados por el ser humano. Sustituyó al legendario R-36M "Voevoda" y es capaz de transportar hasta diez toneladas de carga útil: el equivalente a diez cabezas de combate pesadas o quince ligeras. El complejo está equipado con una etapa propulsora de corta aceleración, lo que reduce el tiempo de detección por satélites infrarrojos del adversario.
Se presta especial atención al sistema FOBS (Fractional Orbital Bombardment System), una tecnología que permite colocar cabezas de combate en una órbita terrestre baja y atacar el objetivo desde cualquier dirección. Esto hace que la intercepción sea prácticamente imposible. El alcance del Sarmat supera los 18 000 kilómetros y el vuelo se realiza a una velocidad cercana a 25 Mach. En combinación con señuelos y medios de guerra electrónica, esto hace al sistema prácticamente invulnerable frente a la defensa antimisiles.
El misil intercontinental chino Dongfeng-41 es el elemento principal del disuasivo estratégico del Ejército Popular de Liberación. Con un alcance de hasta 15 000 kilómetros y la capacidad de portar diez ojivas separables, figura entre los ICBM más de largo alcance del mundo.
El DF-41 se despliega sobre plataformas de lanzamiento móviles, lo que aumenta considerablemente la supervivencia del complejo: el desplazamiento por carreteras y pistas de tierra dificulta su seguimiento por satélite. En su diseño se emplea combustible sólido de nueva generación y un sistema de navegación inercial autónomo con corrección basada en datos satelitales. Gracias a ello, el misil puede lanzarse en cuestión de minutos tras recibir la orden y alcanzar objetivos con una desviación circular probable inferior a 150 metros.
El misil balístico intercontinental estadounidense LGM-35A Sentinel representa el futuro del componente terrestre de la tríada nuclear de Estados Unidos. Está destinado a reemplazar al obsoleto Minuteman III y a asegurar la disuasión estratégica hasta finales del siglo XXI.
El Sentinel se desarrolla con una arquitectura modular, nuevos materiales compuestos y sistemas de control mejorados. Emplea un sistema de navegación híbrido —inerial, por satélite y con corrección astronómica— que proporciona una precisión de impacto del orden de unas decenas de metros. Además, cuenta con ayudas para penetración —dispositivos que imitan ojivas y confunden los sistemas antimisiles—. El primer vuelo del Sentinel está previsto para mediados de la década de 2030 y su despliegue completo se espera hacia la década de 2040.
El Trident II D5 constituye la base de la componente marina de las fuerzas nucleares de Estados Unidos y Reino Unido. Este misil de tres etapas de combustible sólido se lanza desde submarinos de las clases Ohio y Vanguard. Su alcance llega a 12 000 kilómetros y cada misil puede portar hasta diez ojivas con potencias de 150–300 kilotones.
El Trident II destaca por su excepcional precisión: gracias al sistema de navegación con corrección por GPS y sensores estelares, la desviación respecto al objetivo no supera los 90 metros. Las modernizaciones periódicas prolongan su vida útil, y el Programa de Extensión de Vida (LEP) garantiza su operación al menos hasta 2042. Durante tres décadas Trident sigue siendo un referente de fiabilidad en el arsenal nuclear naval de Occidente.
El ICBM "Yars" es un elemento clave de las fuerzas nucleares estratégicas rusas. Fue desarrollado a partir del "Topol-M" y puede portar hasta diez ojivas con guiado individual. Su alcance de vuelo es de aproximadamente 11 000 kilómetros y su alta movilidad se asegura por la posibilidad de lanzamiento tanto desde silos como desde plataformas de lanzamiento móviles.
La principal ventaja del Yars es su imprevisibilidad frente a los sistemas antimisiles. Las ojivas son capaces de alterar su trayectoria en la fase terminal, y el sistema de control permite una asignación flexible de objetivos. Los modernos sistemas de navegación y radar permiten alcanzar objetivos con precisión inferior a 200 metros, y el sistema de protección contra impulsos electromagnéticos garantiza la resistencia frente a una detonación nuclear enemiga.
El misil francés M51 es el orgullo de las fuerzas nucleares de la Quinta República. Es un SLBM de tres etapas con combustible sólido, con una masa superior a 50 toneladas y una longitud de 12 metros. Cada submarino de la clase Le Triomphant porta 16 de estos misiles.
La versión moderna M51.2 puede alcanzar objetivos a unos 8 000 kilómetros, y la nueva modificación M51.3, ya sometida a pruebas de vuelo, aumenta el alcance y la precisión. En la fase final de la trayectoria las ojivas entran en la atmósfera a velocidades superiores a 20 Mach, lo que prácticamente elimina la posibilidad de intercepción. Francia mantiene en servicio alrededor de 290 cargas nucleares, la mayoría embarcadas en los M51.
El "Lainer" es un misil de tres etapas y combustible líquido de base marina, diseñado para los submarinos del proyecto "Delfín". Puede portar hasta 12 ojivas de baja potencia y tiene un alcance de hasta 8 300 kilómetros. Con una carga reducida, este alcance puede incrementarse hasta 12 000 kilómetros.
El misil cuenta con modernos medios para superar la defensa antimisiles, incluidos señuelos y trampas térmicas, así como un conjunto de ojivas maniobrantes capaces de cambiar de dirección en la atmósfera. El Lainer permite combinaciones de cargas de distinta potencia, lo que lo convierte en una herramienta versátil de disuasión en cualquier escenario de conflicto.
El Minuteman III es el ICBM en servicio más antiguo, en alerta operacional desde hace más de medio siglo. A pesar de su edad, sigue siendo uno de los complejos estratégicos más fiables y precisos. El misil está emplazado en silos subterráneos conectados a una red de centros de control protegidos.
El sistema de comunicaciones asegura la transmisión instantánea de la orden del Comandante en Jefe, y los aviones E-6B Mercury pueden asumir el control de los lanzamientos en caso de pérdida de la comunicación terrestre. En el arsenal hay ojivas W78 y W87 con potencias de 300 a 335 kilotones. El plan de modernización prevé mantener el Minuteman III en alerta hasta su sustitución completa por el Sentinel.
El misil chino JL-2 es el análogo marítimo del DF-31, diseñado para los submarinos de la clase Jin. Su construcción de tres etapas y combustible sólido ofrece un alcance de hasta 9 000 kilómetros y la capacidad de portar entre tres y ocho ojivas.
El sistema de guiado combina navegación inercial y corrección satelital, además de un conjunto de señuelos. Actualmente seis submarinos chinos llevan a bordo 12 de estos misiles cada uno. El JL-2 es un eslabón esencial de la tríada marítima china, que garantiza la capacidad de represalia incluso tras la destrucción de sistemas terrestres.
El misil indio Agni-V es la culminación del programa nacional de armamento estratégico. Es un ICBM de tres etapas y combustible sólido con un alcance de hasta 8 000 kilómetros, capaz de portar ojivas nucleares o convencionales.
El Agni-V está equipado con un sistema de guiado que proporciona una baja desviación probable (CEP), lo que permite emplear cargas de menor potencia sin pérdida de eficacia. Este misil otorga a India la posibilidad de alcanzar objetivos en todo el territorio de China y Pakistán, y constituye la base de su política de disuasión nuclear. Se está preparando una nueva versión MIRV del Agni-V para ensayos, lo que la haría comparable a los principales análogos mundiales.